Por Santiago Lejtman, Arquitecto.
Hasta hace muy poco tiempo, nuestras vidas transcurrían prácticamente ¨extra muros¨, es decir, por fuera de nuestras casas. Llegábamos apurados al mediodía (a veces) y luego de noche, a cenar y dormir. Cuando llegaba el fin de semana siempre encontrábamos una salida que nos mantenía fuera de ellas.
Hoy, en cuarentena, volvimos de alguna manera a ese concepto primitivo de la vivienda como refugio, donde el hombre de la antigüedad, permanecía en ella todo el tiempo y solo salía para procurarse el alimento o defenderse quizás, de algún ataque externo.
De repente, un día, obligados por la pandemia, debimos quedarnos en nuestras casas y comenzamos a adaptarnos a esta nueva vida y al mismo tiempo, verificamos cuan funcionales eran nuestras viviendas a los requerimientos para los que esencialmente fueron diseñadas. Mientras permanecemos en ellas, es un buen ejercicio, evaluar las bondades o las dificultades que cada una de nuestras viviendas nos presenta y cuanto colabora su diseño para poder habitarlas.
Debemos repensar la vivienda como un lugar para permanecer más tiempo del que lo hacíamos hasta ahora, incluso como lugar de trabajo para muchos. De manera que tendremos que poder plantear reformas, para incorporar estudios, talleres, negocios, etc. Hacer viviendas mucho más ventiladas, iluminadas, aireadas, más sustentables, con ahorro de energía y de agua. A muchas de estos conceptos los venimos desarrollando en nuestro estudio desde hace muchos años, con lo cual creemos que podremos adaptarnos de buena manera a las nuevas exigencias.
En este sentido entonces, me gustaría presentarles algunos conceptos de diseño, que hemos desarrollado en nuestro estudio y que hacen que la vivienda tenga variantes a la hora que sus habitantes se apropien del espacio de la misma. Siempre haciendo hincapié en los espacios aireados, bien ventilados e iluminados sobre los que siempre hemos trabajado y por los que siempre abogamos.
El uso de los espacios intermedios
Nuestro clima (mucho calor en verano, lluvias o días agradables en invierno), nos obliga a generar espacios de estar, de comer, de jugar, de reunión, en total relación con el exterior, pero a la vez al resguardo de techos, aleros y pérgolas que nos otorguen el confort necesario para utilizarlos.
Es así como en todos nuestros proyectos aparecen las galerías/quinchos (incorporadas a las viviendas, no como algo aislado), amplios balcones, pérgolas, etc.
Evitamos sobre manera, los balcones pequeños donde no entra una mesa, una silla y donde no entran 2 personas. Los balcones deben ser una expansión de la vivienda, para poder utilizarlos verdaderamente.
Espacios únicos, amplios, ventilados, aireados e iluminados.
Han quedado en el pasado ya, aquellas tipologías de vivienda donde existía un living de visitas (amplio e iluminado), un living para todos los días (pequeño y oscuro), el comedor diario y un comedor principal, que obligaban a estar todo el tiempo incomodos. Los mejores espacios solo se utilizarían para eventos especiales, como si esa situación nos permitiera disfrutarlos, solo por un rato.
Es así entonces, que en todas nuestras obras nos gusta proponer, para el área publica de la casa, un gran espacio único de encuentro para la familia. En el mismo se concentra el living-comedor y puede o no (según cada comitente), incorporar la cocina. Este gran ¨contenedor¨ familiar permite la convivencia de todos los integrantes y a su vez permite el desarrollo de actividades como lectura, estar, recreación, comer y hasta eventualmente cocinar.
Relación exterior- interior
Siempre decimos que la incorporación del paisaje exterior al interior de una vivienda es una premisa de diseño de nuestro estudio. Siempre y cuando este lo permita, y sea un valor agregado al proyecto, la incorporación de esas visuales.
Para ello proponemos grandes superficies vidriadas, que nos permiten lograr esa continuidad y que el espacio fluya a través de ellas. Más aun, hoy que disponemos en el mercado de una tecnología del vidrio y del aluminio, muy avanzadas. Vidrios multilaminados, doble vidriado hermético, vidrios tonalizados, con filtros UV, etc. Carpinterías de aluminio de alta prestación con herrajes y rodamientos aptos para lograr una apertura total y conseguir esa continuidad visual y funcional, que es fundamental para aprovechar el uso de los espacios.
Zona padres- zona hijos
Otra constante en nuestros diseños es aislar de manera gradual y a escala la zona de los padres, de la zona de los hijos. Es decir siempre buscamos independencia entre ambos sectores. A una distancia razonable, que en épocas de niños pequeños, se llegue rápidamente, pero que a su vez, el espacio entre ambas zonas actué como fuelle para las distintas etapas de crecimiento de la familia.
Espacios de trabajo
Con los cambios en nuestras formas de vida, a partir de la cuarentena, tendremos que pensar en incorporar en nuestras viviendas espacios para trabajar. El ¨home office¨ deberá ser un lugar con cierta independencia funcional, de los flujos circulatorios de la vivienda, quizás con un ingreso independiente (acorde a requerimientos del comitente). Debe permitir la concentración necesaria para desarrollar cualquier tipo de tarea, sin interferencias con la vida diaria familiar. Pueden ser trabajos de escritorio, talleres, locales, etc.